10 de Diciembre Dia Internacional de los Derechos Humanos.
Construye un mundo donde nadie se quede atrás
Este año marca el 75 aniversario de las Naciones Unidas, que se fundó en respuesta a los dos conflictos globales del siglo XX. Sus esfuerzos han logrado mejoras significativas en áreas como la erradicación de la pobreza y el hambre y la promoción de los derechos humanos y la educación. Pero hoy el mundo está nuevamente en una grave crisis. Además del cambio climático, la pandemia sin precedentes del nuevo coronavirus amenaza la vida, el sustento y la dignidad de las personas con trágicas consecuencias. Es más importante que nunca que los gobiernos trabajen juntos a través de las fronteras para responder a estos desafíos. Necesitamos fortalecer la cooperación en materia de prevención y crear un marco de cooperación para hacer frente al devastador impacto económico.
Es importante que abordemos el sufrimiento agudo de muchas personas que puede estar enmascarado por la magnitud de las pérdidas económicas u otros indicadores cuantificables. Cuando nos reunimos para buscar soluciones, nuestro enfoque no debe ser nunca dejar atrás a los necesitados.
En el mundo del siglo XXI, donde la globalización y la integración económica están mucho más avanzadas, la necesidad del cambio es mayor que nunca, la conciencia de que este mundo es sobre todo un lugar donde vivimos juntos y conectados entre nosotros.
El mundo consiste en actividades superpuestas y entrelazadas de innumerables personas y sus corrientes de influencia mutua. Desde el nacimiento, cada persona está conectada con el mundo entero. Si ignoramos esta realidad perdemos de vista la existencia de quienes sufren graves amenazas y trastornos sociales.
Es absolutamente necesario que seamos plenamente conscientes a una vida común y compartida. Indudablemente somos capaces de desarrollar nuevos enfoques para enfrentar los desafíos generando solidaridad global en acción. Dado que el cambio climático y el coronavirus son problemas que nos afectan a todos y cada uno de nosotros, tienen un gran potencial y pueden actuar como catalizadores para crear una solidaridad y un movimiento completamente nuevos. De hecho, en el corazón de este desafío está el compromiso de no dejar a nadie atrás, la promesa central que surge de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Actuando fieles a este compromiso dondequiera que estemos, podemos superar colectivamente esta crisis sin precedentes y lograr un cambio de paradigma. Esto abrirá horizontes completamente nuevos para la humanidad.