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Navidades alegres con “Barriguita llena corazón contento”

Este es el nombre de nuestro programa con el cual proporcionamos asistencia alimentaria cuando la malnutrición amenaza a las personas más vulnerables en Latinoamérica, deseamos prevenirla y tratar de evitarla.

En estas navidades proporcionamos alimentos a mas de 215 niños en situaciones de vulnerabilidad, en el sector Chachopo en Venezuela.

La crisis del Covid-19 está teniendo implicaciones devastadoras en todo el mundo para las personas vulnerables que viven en todo el mundo, especialmente aquellas que viven en países en desarrollo. Muchos están forzados a la pobreza y al hambre. 

La nutrición deficiente sigue siendo un problema colosal y universal, con una de cada tres personas en el planeta afectadas por alguna forma de malnutrición. La malnutrición, energía o nutrientes inadecuados, sigue afectando a más de 150 millones de niños en todo el mundo, mientras que las tasas de sobrepeso y obesidad también están aumentando en todos los países. Los conflictos y los desastres naturales están agravando el problema.

Trabajamos para ayudar a mejorar la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos a través de jornadas de alimentación con acciones inmediatas para atacar el hambre.

Concentramos nuestros esfuerzos en los más vulnerables, dirigidos a los niños, los ancianos, mujeres embarazadas, indigentes.

La malnutrición extrema puede ser una cuestión de vida o muerte, y en el largo plazo puede retrasar a las personas y a los países, lo que socava las economías y el desarrollo.

Estos problemas surgen de las mismas causas profundas: pobreza, desigualdad y dietas deficientes.

Para lograr al Hambre Cero, los alimentos no son suficientes. Proporcionar asistencia alimentaria en una emergencia puede salvar vidas, pero la nutrición adecuada en el momento adecuado también puede ayudar a cambiar vidas y a romper el ciclo de la pobreza.

Con los retos complejos y sin precedentes de hoy en día, ninguna organización puede acabar por sí sola con el hambre y la malnutrición; y en las alianzas lideradas por los gobiernos con las Naciones Unidas, agencias, ONG, sociedad civil, empresas y academia, así como también agricultores, productores, minoristas y comunidades locales podemos encontrar soluciones a largo plazo y contribuir al diálogo de política más amplio sobre seguridad alimentaria y nutricional.